Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



miércoles, 22 de noviembre de 2017

TAJO DEL ABANICO



"Siempre es levemente siniestro volver a los lugares que han sido testigos de un instante de perfección".

Incomparable caminar y dejarse llevar del alma de estas palabras de "Sobre héroes y tumbas" de Ernesto Sabato, (en verdad cualquier aliento o intención consciente depara aquí, o ahí por su sublimidad, emociones intensas), por este entorno rural de Sijuela en Ronda, donde sus ensueños de ciudad mítica se hacen tangibles, se hacen misteriosos tesoros de piedra. Estremecedor observar, afrontar, comulgar entonces con el genuino Tajo del Abanico, o una parte, una estación del camino eterno; aunque sea así, desde la distancia media, escorado en la izquierda intermedia de la imagen, desde esa difícil y siniestra perspectiva, la única que hace posible la imposibilidad de su perfección.

(C) F.J. Calvente.

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