Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



domingo, 13 de diciembre de 2020

"Seamos responsables"

 


Recordemos que en esta circunstancia mala, el egoísmo ciego de los sentidos, el placer como si no hubiera un mañana, tanto jugar a la ruleta rusa de la inmunidad, termina por descubrir, por desnudar, la fragilidad del cuerpo y de la vida.

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