Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



domingo, 10 de enero de 2021

"LAGRIMEO"

 


En este lagrimeo que cada vez salpica y desenfoca más la realidad, donde el frío no permite esclarecer si se debe a un ángel caído con nostalgia de muñeco de nieve, o solo de una insinuación noctámbula a la evasión, capaz de redimir una de esas muertes en vida, como para encumbrar el dique legendario, la muralla, la ambigüedad o la naturalidad de la infelicidad, el sueño, lo surreal de este testimonio o aspiración entre paredes con lamentos de un luto antiguo y un suelo de charol mojado, de un deslizar despreocupado por calle San Francisco de Asís hacia el horizonte húmedo de piedras y siglos de donde todo vuelve y, extraña, queda la noche.

 

LAGRIMEO

F.J. Calvente ©

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