“Nos han pegado mucho, Germán. Nos han
pegado tanto, que muchos se conforman con que no les peguen más. Y los demás,
nos la jugamos todos los días, aunque a mí me compensa, desde luego. Porque
todos vivimos en un cementerio, pero algunos estamos vivos todavía.”
“El fin nunca justifica los medios, y quien
se cree capaz de decidir sobre la vida de los demás, puede acabar creyéndose
con derecho a decidir cualquier cosa.”
No es fácil, en algo
más de quinientas páginas, describir, llevarnos con solvencia y pulsación por
el manicomio de Ciempozuelos en Madrid, por la Suiza neutral de la II Guerra
Mundial, por la resistencia antifranquista, por las intrusiones de las
autoridades sanitarias franquistas, esta más una lucha personal por el poder
que por velar de la salud, en este caso mental, de los españoles, o de los
pudientes o afectos al régimen, porque de los otros…, una autoridad sanitaria controlada,
o encontrada, por los citados en la novela López Ibor (con sus prácticas de
electrochoques a los homosexuales para “curar esa enfermedad”) y Vallejo-Nájera
(adalid de la creencia científica de extirpar “el gen de la degeneración roja”);
por el robo de niños tramado por la iglesia y el estado, de la eugenesia…, por
la historia de una parricida fascinante; y asimismo, entre tanta grisura e
impotencia, la esperanza a través del amor que trasciende cualquier coerción y
postergación.
“Su confesión me demostró que era
posible admirar a alguien y compadecerle al mismo tiempo, que el orgullo puede
crecer en la desdicha como una flor oscura, resistente.”
Sinopsis de La madre
de Frankenstein:
“El apasionante relato
de una mujer y un hombre que optaron por resistir en los tiempos más difíciles.
La novela más intensa y emotiva del ciclo de los Episodios de una Guerra
Interminable.
En 1954, el joven
psiquiatra Germán Velázquez vuelve a España para trabajar en el manicomio de
mujeres de Ciempozuelos, al sur de Madrid. Tras salir al exilio en 1939, ha
vivido quince años en Suiza, acogido por la familia del doctor Goldstein. En
Ciempozuelos, Germán se reencuentra con Aurora Rodríguez Carballeira, una
parricida paranoica, inteligentísima, que le fascinó a los trece años, y conoce
a una auxiliar de enfermería, María Castejón, a la que doña Aurora enseñó a
leer y a escribir cuando era una niña. Germán, atraído por María, no entiende
el rechazo de ésta, y sospecha que su vida esconde muchos secretos. El lector
descubrirá su origen modesto como nieta del jardinero del manicomio, sus años
de criada en Madrid, su desdichada historia de amor, a la par que los motivos
por los que Germán ha regresado a España. Almas gemelas que quieren huir de sus
respectivos pasados, Germán y María quieren darse una oportunidad, pero viven
en un país humillado, donde los pecados se convierten en delitos, y el
puritanismo, la moral oficial, encubre todo tipo de abusos y atropellos.”
La obra de Almudena
Grandes, esta novela en concreto, además de su enorme valor literario,
constituye un documento reivindicativo, recordatorio, de lucha contra esa
amnesia histórica que todavía hoy se pretende imponer sobre la España de la
dictadura de Franco. Indispensable.
“… un país fracturado, fragmentado,
donde nadie era libre en absoluto, ni siquiera para enamorarse fuera del carril
social al que estaba asignado desde su nacimiento.”
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