Tal día como hoy, en 1984, 37 años ya, murió el maestro, el amigo ausente, Julio Cortázar.
En el cementerio de Montparnasse de París, junto a Beckett, Sartre, Cioran, Baudelaire, Fuentes…, está su lápida. Allí, los admiradores del "cronopio" mayor, dejan en señal de reconocimiento pequeños tributos: piedras, fotos, flores, unas letras...
Hoy, si pudiera, dejaría sobre su tumba una hoja de mi alameda, la señalada por el gato del otoño, y escrita en esta una frase de Rayuela: “La vida, como un comentario de otras cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos.”
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