Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



sábado, 13 de febrero de 2021

LIBROS QUE VOY LEYENDO: "No acaba la noche" de Cristina Fallarás.

 “No se pueden ofrecer soluciones complejas a la gente normal.”

 


 No acaba la noche” (Planeta, 2006) de Cristina Fallarás, con el subtítulo de “La noche y las drogas en femenino”, es una novela negra con un acento muy sutil. Con un estilo correcto, en ocasiones de sobras recargado, la autora traza un argumento, intrigante y cuidado, de una dureza penetrante, que nos lleva, a través de un personaje principal perfectamente definido, con personalidad y fuerza, muy a lo Marlowe a lo periodístico, por una Barcelona desconocida, pero real, la noche en un exceso quizás de vicios y de un hedonismo perverso. Me permito ahora una observación para contradecir a la escritora (y a la que sigo, complacido, en sus comentarios políticos, en su defensa del feminismo, por tertulias televisivas, por su desplante sincero, valentía y perspicacia) en la frase de la novela: “Por suerte para los lectores y por desgracia para la mítica de la profesión, ya no existen héroes ni villanos en los medios de comunicación”, la realidad usurera y dócil nos está demostrando lo contrario. Afortunadamente para la literatura, su aportación, su denuncia y reivindicación femenina, es interesante y amena.

 

 

Sinopsis:

 

"De todas las personas que se encontraban la mañana del pasado 30 de abril en el after-hours Paradís, sólo una de ellas me era totalmente desconocida. La que apretó el gatillo"

Tres mujeres asesinadas en un after de Barcelona. No se conocían, no han llegado juntas. ¿Qué las lleva hasta allí? ¿Qué tienen en común? ¿Por qué las matan? ¿Quién paga al sicario?

En una ciudad acelerada por la cocaína, un periodista en las últimas se empeña en no dejar morir la noticia. La búsqueda de respuestas lo llevará a descubrir la peor cara de su profesión, del poder, de las élites urbanas e incluso de las ONG. Ni siquiera los taxistas son lo que parecen. Un perdedor cada vez más rabioso enfrentado a su propia inocencia.”

 

 

“- No me interrumpas. Ellos representaban toda transgresión, la única transgresión. Ellos, los anormales. ¿Por qué no depositar en ellos la esperanza?”

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