"Yo no soy tonto. ¿Y tú?"

 Y digo yo:

O reviento si no, porque no soporto me tomen por idiota y por su sinónimo de moda, antipatriota:

No tiene precio, o tal vez sí lo tenga en su aspecto más crematístico, la afirmación, soflama o esa a voz en cuello de la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra (¡Ojo!, que con tal nombre podría antojarse a una mujer empoderada, con personalidad casi heroica y rotundamente carismática, en guisa como de estrella de cine de posguerra o más bien de vodevil de tonadillera; pero que no es más que fachada, un eufemismo tramposo, bolitas de alcanfor, con uno de esos nombres compuestos o de muchos posibles y encopetado: doña María de la Concepción Gamarra Ruiz-Clavijo), todo por su arenga facciosa de ayer mismo. No tiene desperdicio, o tal vez lo sea eso, todo, cuando ésta suelta la bulla y ojeriza de: "La desesperación de Sánchez está llevando al PSOE a la radicalización: a este paso hasta Podemos se le va a quedar a la derecha. Esta radicalidad sanchista nos da más fuerzas para recuperar España y gobernar desde la moderación, la diferencia y el respeto." Que la portavoz del PP, sí, ella, Cuca y tan "cuca", despotrique de los socialistas en panda de radicales que intrigan para romper la nación, la una, grande y por supuesto solo en Madrid libre, (aunque en la que era Andalucía se hacen iguales 'méritos') por los 'sociatas' o radicales sanchistas, los que no son "gente de bien", ¿la diferencia?, ésa; y a su vez se arrogue, entre insultos, mentiras y gritos, tan histriónica la Juana de Arco pepera, a los suyos y muy suyos o éstos que son la genuina "gente de bien", los de la moderación y el respeto, ¡ay!; en un fin, reconquista o cruzada de "recuperar España", (¿Recuperarla de los propios españoles o recuperarla para esos exclusivos españoles por la gracia de dios quizás?) es para empadronarse en Andorra o Gibraltar, o echarse al monte cuando 'gobiernen' con su hermano de músculo abdominal de Vox. Radicalismo, grita de los otros, los del anticristo rojo, ¡Contra Sánchez y cierra España!; moderación y respeto, grita como suyos, de los de Ayuso más que de Feijóo, y a los que ella misma sirve de ejemplo, de altavoz, para una derecha extrema o  extrema derecha sin argumento o modelo o programa, (o este es tan oscuro, o tan exclusivo para los exclusivos, que por ahora hay que ocultarlo, lo consuetudinario. Echar a Sánchez, lo único) en una calificación moral e intelectual de doble rombo, de "no apto para mayores...", en su discurso o atropello político, y cuando ella, o el índice inhiesto de la crápula cúpula, ha postergado a sus predecesores, Cayetana Álvarez de Toledo (otra de a voz en cuello) y a Teodoro García Egea, a la programación infantil de una política rastrera y vacua e incomprensible fuera de nuestras fronteras o de una España diferente a la otra y polarizada a bastonazos. Todo en su empeño secular de tomar por tontos a los españoles, sí, y desgraciadamente posibilitado por una mayoría más creciente de españoles que se dejan tomar por tontos, ¡ay! No se puede evolucionar en la involución... La "competencia perturbada", como he leído la expresión hace nada a Colson Whitehead, acaso. 

Idiotas que se dejan enervar, de odiar y a odiar. Primero por creerse a pies juntillas que Sánchez va a hacer de España una república bananera como Venezuela; a saltos que si nos lleva a la ruina económica, una nación en recesión, si hoy no, mañana, o sine die; que si los 'menas' e inmigrantes nos roban, nos dañan; que si los 'okupas' nos echan de nuestra casa;  que si España se desmembra en sus periferias; con asesinos y violadores en la calle, junto a terroristas salvados de la cárcel, porque a estos no los libera la justicia, no, sino Pedro Sánchez; y reverdeciendo una ETA que hace una década que no solo dejo de matar, que ya no existe; ... Idiotas por dejarse engañar,  en vez de preocuparse y reafirmarse en las conquistas de derechos sociales logradas en este tiempo, por su protección y bienestar; en reivindicar una mejor sanidad y educación especialmente allí dónde la libertad y el bienestar se miden en cañas de cerveza, en banderas que supuestamente alimentan a los hambrientos, y en becas para los más ricos, entretanto miles de ancianos eran dejados morir en las residencias para no incrementar el gasto hospitalario porque la familia se lo llevó calentito y triplicado en mascarillas sanitarias, un atroz ejemplo que se disculpa, que no pasa factura.

A esto contribuye, la de una España grande y libre contra Sánchez, unos medios de comunicación, o de incomunicación, o de desinformación o intoxicación o confrontación, sostenidos por un capital económico poderoso, de periodistas prostituidos que han deslegitimado la honrosa reputación e ideal del periodismo, en un acoso y derribo sin parangón, terrible, devastador, al Presidente del Gobierno, todo por no ser de los suyos, "uno de los nuestros"; convirtiendo la mentira, la opacidad, la cortina de inmundicia, en razón para su bolsa infame de monedas de plata. Sin importarles que con esta sumisión, envilecimiento oneroso, exterminan una profesión noble y de la que dentro de poco se preguntará, incluso se preguntarán ellos, todos, con esa tristeza de la pérdida, qué sucedió para que tras ser devaluada y denostada ahora no sea nada, una frívola ficción.  Y es que, aún conforme con este deshonroso aspecto, ya nada pueda asombrar a mentes medianamente críticas o juiciosas, responsables, todavía es posible remover más la basura, el légamo de prejuicios, de rencor, y a que hieda más insoportable la porquería, la destrucción. Simplemente vomitivo lo publicado por El Mundo este pasado domingo en su revista dominical y firmado por Rodrigo Terrasa... "Echar a Sánchez", solo tienen esto; nada para los españoles, nada. Odio puro.

Pd.: Al hilo: Tiene el PSOE un problema cuando García-Page es portada amiga de ABC.

"Yo no soy tonto. ¿Y tú?"

F.J. Calvente.