Acabo de leer que, a menudo, las cosas son exactamente lo contrario de lo que nos dicen que son, por eso nos lo repiten con tanta insistencia, mentira y brutalidad. Verdad. Para luego, esos, arrojados como en un juego o lid de fe (mala), en el que intercambiasen al sujeto nominativo de una frase dicha, en este caso a un originario 'dios', (suyo e intransferible como el trapo ondeante), por un factor de la actualidad llamémosle política, por definir a aquel de algún modo, algo así a otro de sus 'fake símil' y sin importarles el rubor, el ejemplo moralizante y pedagógico, también inequívoco, a resultas tendríamos o entonces nos endiñarían a un "si Sánchez no existe, todo vale", cuando el apostolado tabernario ha sido (será) el 'si Sánchez existe y no nosotros, también todo vale". Muy peligroso el incendio de lo que llamamos la España de los unos hacia los otros. Y en medio, los anticonstitucionalistas, Vox y secesionistas varios, que ufanos ríen con desparpajo.
Aquí estoy...
Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.
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