Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



sábado, 9 de febrero de 2019

#YONOVOY

“Era un luminoso y frío día de febrero, domingo, y el reloj daba las doce de la tarde en la madrileña Plaza de Colón” Allí estaban, fraternales, sin cogerse de la mano porque quedaría indecoroso, ¡por dios y la virgen santísima!, muy de radicales izquierdosos de la LGBT, los líderes de esta derecha española, muy española y mucho española (directa y camuflada) y la que siempre será una, grande y libre: el Casado del PP o ese Aznarín masterizado y remasterizado, el Rivera de Ciudadanos, Albert, tan ambiguo y tan dispuesto a dilapidar aquel sueño de centro moderado con el que consiguió engañar a sus partidarios, y el otro, el "big brother" bullanguero, el diestro, cazador y voxcero de los otros, y colega de los devotos del aguilucho hinchado de testosterona y mariposillas en la tumba del sátrapa Franco, también al lado, pegados; todos embelesados con la lluvia de un confeti elaborado con el nuevo no-do, arrojado con soltura y mucho teatro por Inda con la ayuda de Losantos, ¿duerme Arcadi? esos pelos, alégrate San Sebastian, mujer...; dispendio religiosamente pagado, más los autobuses, bocadillos y camorristas incluidos en el lote, indulgencias por los pecados aparte, con algún remanente oculto de la Gürtel, Púnica, Bárcenas, Fabra... el doble fondo de la cremita de Cifuentes o algún seguro de vida de cuando Maroto gobernaba con los etarras de Bildu. Ellos, empeñados en que el mundo, la realidad, sea imposible, sustituyéndola con fantasmas y mentiras, con terroríficas melancolías y grisuras. 

Yo, quien para ellos no soy un español de bien, o un español de los malos por no ir, sintiéndome como el disidente Winston Smith del "1984" de Orwell, busco y les aconsejo que a su vez busquen en una biblioteca cercana a la Plaza de Colón y lean este libro, o uno de Mafalda también les vale, por los dibujitos, u otro que ilustre la verdad de cómo se llegó a la Guerra Civil, pues detonantes y circunstancias, bastante e idénticas, encontramos o nos quieren arrastrar en la actualidad, por la irresponsabilidad de los convocantes de esta manifestación, vivos con el enfrentamiento, muertos con el recuerdo; o de una lectura que les rebata aquel “dos más dos es igual a cinco”. Malo por no ir con ellos, por no comulgar con ellos, en una nueva exhibicion de la confusión, miente que en cualquier caso algo queda, ya son demasiadas invenciones, de distorsión de la convivencia, de la democracia, fieles al dictamen orwelliano, propio de las dictaduras, las conductas opresivas, falaces, estomacales; de los que necesitan de enemigos, inmigrantes, comunistas, feministas y ateos, para, enervando las emociones de la gente, la necesidad de la buena gente que no está para reflexionar si se les engaña o no, insensibles a ese dedo metido en el ojo, con alarde propagandístico y gritos y brazos en alto y altavoces repitiendo inmisericordes “los dos minutos de odio”, ellos, discípulos del icónico dictador, para huir de sus miserias o traer su franquicia ineludible y de gracia ecuménica. Y después de este nuevo desprecio a las instituciones democráticas, cuando, escribió ayer Almudena Grandes, "suban al estrado, ¿qué harán? ¿Se autoproclamarán algo? ¿Uno, dos, o los tres? Igual Donald Trump los reconoce y todo". Por tanto, qué mejor para la mañana de este domingo que quedarse en casa y ver de nuevo, lo repiten en Antena 3, el triunfo de María Villalón en "Tu cara me suena".

¡Yo no voy! Porque ya los vi venir e intentar quedarse con todo, incluso con nuestras ilusiones de un mundo mejor.

#YoNoVoy


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