Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



jueves, 15 de agosto de 2019

"ESE"


Nada. Ni nadie. Ni estas letras propias y menos las ajenas. Yo. O todos mis yo haciéndose un hueco ahora, por tocas, para mañana. Aquí, allí, en un tiempo y en todos, de conciencia y ficción, rutinario y de imaginación. Oigo un reloj con su cadalso de minutos. No es un rumor entre las flores, ni una nota del viento. Un ángel pasa por la calle con su silencio de colores. Pulso el botón de disparo de la cámara. Rojo y redondo. A todo y nada. Mi soledad sabe quien soy yo (quién aquel) cuando me miro a ese espejo, o quisiera que en la viñeta de un cómic de héroes... sólo por un día.

"ESE"
© F.J. Calvente.

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