Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



sábado, 28 de noviembre de 2020

LIBROS QUE VOY LEYENDO: "Aquitania" de Eva G.ª Sáenz de Urturi

 


El peor enemigo es el enemigo cotidiano, el ser amable que te fuerza a repetirte a diario: “No le confíes tus debilidades, su preocupación no es real. Solo se está aprovisionando con las armas que tú le regalas y usará contra ti cuando la guerra se torne abierta.

 

He terminado la lectura de “Aquitania” de Eva García Sáenz de Urturi, y, curiosamente, he recordado la misma vicisitud u opinión con otra premiada del Premio Planeta, Dolores Redondo, con “Todo esto te daré”. Y al igual que ésta con el éxito de la Trilogía del Baztán, Eva G.ª Sáenz de Urturi, por su sensacional Trilogía de la Ciudad Blanca (“El silencio de la ciudad blanca”, “Los ritos del agua”, “Los señores del tiempo”) no habría ganado esta edición de 2020 del Premio Planeta con “Aquitania”. Tal vez de esta manera, en ambas ocasiones, la editorial se garantiza el éxito comercial y amortización del desembolso de los 601.000 euros del galardón. Por otro lado, y sin desmerecer la habilidad de la escritora en esta novela histórica o historia novelada, este “codiciado” premio literario (por su cuantía económica) sigue en su misma y discreta línea o corto nivel literario. Con todo, insisto en no rebajar el mérito de Eva García Sáenz de Urturi en esta novela amena, correcta, con todos los ingredientes para pasar un rato entretenido de lectura.

 

Sinopsis:

 

“1137. El duque de Aquitania —la región más codiciada de Francia— aparece muerto en Compostela. El cuerpo queda de color azul y con la marca del «águila de sangre», una ancestral tortura normanda. Su hija Eleanor decide vengarse y para ello se casa con el hijo del que cree su asesino: Luy VI el Gordo, rey de Francia.

Pero el propio rey muere durante la boda en idénticas circunstancias. Eleanor y Luy VII intentarán averiguar, junto con los gatos aquitanos —los épicos espías de los duques—, quién quiere a los inexpertos reyes en el trono.

Décadas antes de la muerte del duque de Aquitania, un niño sin nombre es abandonado en un bosque por sus cinco madres. Acaso un monstruo, o tal vez un santo, el pequeño superviviente acabará convirtiéndose en uno de los hombres más excepcionales del medievo europeo.”

 

En un mundo de hombres que no se preocupan por las formas ni las maneras, que solo ejecutan y aplastan todo lo que doblegan, busca siempre que la huella de tus actos sea bella…

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