Aquí estoy...

Como si fuese un discípulo de Borges, amo con derroche los atardeceres, los arrabales, algunos espejos de azogue interior, lo mítico y la desdicha. Me gustaría disfrutar ahora de la sencillez de la Belleza. Pero con sosiego. Aunque mis ojos, en un remedo de Terenci Moix, ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbraba, aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor, acaso de lo mío que encuentro en mi Barrio, de la gloria mítica, no voy a afligirme, ni con la infelicidad, porque la belleza siempre perdura en el recuerdo.



sábado, 21 de diciembre de 2024

"EN EL PORTAL DEL PINTOR"

 En ocasiones la amistad solo necesita del recuerdo, de acordarse del otro o de sí mismo en el otro. Ocurrió hace un mes, día arriba, día abajo. Recibo, pasadas las 9 de la noche, un WhatsApp de José Manuel Torres, "Navarrito" o mejor "el pintor", con una foto de un detalle de su espectacular "Belén" y del que año tras año, en su casa, en ese espacio abierto de entrada y en esos momentos infinito, apreciamos y disfrutamos. Respondo al WhatsApp con otro, cortés y agradecido y admirado por lo que veo del nuevo "Belén" y de montaje, tras meses, casi terminado. Pero ni la intención de José Manuel fue solo esta particularidad y ni yo me di cuenta de ello o de nada. Y como quiera que el otro así lo esperaba, en otro rápido mensaje me remite otra fotografía, más detallada o un detalle del detalle de la anterior instantánea. En esta, sabido de antemano la habilidad del "pintor" de recrear la tradición, el lugar de nacimiento de Jesucristo, de Belén, con otros elementos representativos de Ronda, presté mi atención y fascinación al pormenor, a la conocida "Torre de las Maravillas", baluarte napoleónico en la propiedad de la Casa Rúa o Villa Apolo; donde en uno de sus amplios vanos, se veía asomada una figura de un hombre de época. En seguida la aclaración de José Manuel o motivo para esto en otro mensaje escrito, tan raro cuando él es más de audio que de letras: "Hola Angus, tú asomado cogiendo nota de tú casa Rúa, más perfecto no puede ser [...] Cuando me pregunte las gentes le dire que eres tú [...] Buenas noche amigo". Me emocionó, lo reconozco. Y aunque asimismo supe que Pedro Fernández Coca, otro amante de los "belenes", había estado al quite, responsable o "culpable", según José Manuel, de la alusión, de mi alusión o inclusión ahí, en la tradición, y en la que tuvo que ver, pensé, por esos días, el primer programa de los "Secretos de Ronda" que realicé en Canal Charry TV sobre el misterio de la Casa Rúa, la sencillez y bondad de José Manuel, insisto, me emocionó, y de ahí este relato que ahora, quizás por la inmediatez de la Navidad, he querido confesar y escribir. Me conmovió que se acordara de mí, que se acordaran de mí, en un elemento de una creación, de una recreación tradicional, de un "Portal de Belén" que significa, año tras año, pieza a pieza, horas y horas, de esfuerzos y esmeros, de sacrificios y contentos, días y días, una luz en su Vida. Un recuerdo que reafirma la amistad, nuestra amistad; la que nace en ese instante en que una persona le dice a otra: "me acordé de ti y me gustó, me sentí bien". Gracias.




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