“- ¿Nadie te ha dicho nunca que eres un paranoico, Harry?
-
Pues claro. Pero
eso no significa que unos hombrecillos verdes no te persigan, ¿verdad?”
“Cucarachas”, (Penguin Random
House, 2015) de Jo Nesbø, es la segunda entrega de la serie Harry Hole. Novela
negra noruega, de las buenas, ambientada en Bangkok, Tailandia; en la tónica del
volumen anterior, “El murciélago”, en el que su singular protagonista, Harry
Hole, investiga fuera de la corona nórdica, en Australia. En esta que ahora me
ocupa, y de la que su autor indica “Recuerdo que sudé y sudé durante las semanas
que escribí y escribí. Volé a Vietnam, me instalé en un pequeño hotel donde los
propietarios me pusieron un pequeño escritorio y me prestaron la bici. Así que
pedaleé y escribí. Conocí a personajes increíbles. Comí y cené en el único buen
restaurante del pueblo. Sudé y escribí”, la acción es trepidante, la trama
adictiva, magistralmente construida… Sin embargo, adolece de aquella semblanza
psicológica, las sombrías reflexiones, las íntimas oscuridades, tanto del
propio Hole como de otros personajes y que tanto admiré en “El murciélago”, y
para desaparecer en este ejemplar y rendirse a la acción sin conjeturas,
desnuda y brutal.
“Fue un gesto estúpido, pero Harry estaba dispuesto a hacer cosas
estúpidas para que sucediera algo. Cualquier cosa”
Como ya he escrito, Harry Hole es
enviado a Tailandia para investigar (o con él o a través de él, por su conducta
asocial, voluble, por sus demonios, venganzas, y alcoholismo, garantizar y dar
la impresión que se lleva una investigación para justificar el expediente y en
la seguridad de que se dará cerrojazo sin que se vean discutidos, o amenazados,
o cuestionados, determinados intereses del gobierno noruego) el asesinato en
extrañas circunstancias del embajador de Noruega en Tailandia.
“El noventa y nueve por ciento de los datos reunidos durante una
investigación carecen de valor. Solo te queda la esperanza de estar alerta
cuando el uno por ciento se te aparezca delante de las narices”
Sin embargo, con lo que no
cuentan los superiores de Harry Hole es que éste deja a un lado el alcohol para
centrar todos sus esfuerzos y atención en resolver, con todas sus
circunstancias, el crimen del embajador. Y lo que comienza a descubrir no deja
muy ajeno al gobierno noruego: pedofilia, homosexualidad, intereses inmobiliarios,
mafia, pudrición… Tanto que, pienso, el nombre utilizado por Nesbø para el
libro, “Cucarachas”, haga alusión a la corrupción generalizada.
“-¿Las cucarachas no son buenas? -¡Puaj! Son asquerosas -Eso no quiere
decir que sean malas. -Tal vez no. Pero tampoco creo que sean buenas.
Simplemente están. -Simplemente están -repitió Harry sin sarcasmo, solo
pensativo. -Están hechas así. Están hechas para que nos den ganas de pisarlas,
Si no, habría demasiadas”
Palpitante el argumento, a través
de días densos y estancos, por las calles de Bangkok, por el infierno de una
ciudad con toda la sordidez de un mundo pobre, desigual, y superpoblado. No
obstante, si en la anterior novela Nesbø entraba con soltura y hondura en las
costumbres y las leyendas locales australianas, aquí, en “Cucarachas”, ofrece
un escenario preciso, escueto, de postal, de Tailandia, solo exigido para la
acción.
“El último pensamiento que recordó fue que toda redención tiene su
resaca. Y viceversa”
Seguiré con la serie Harry Hole y
con Jo Nesbø, seguro.
“La responsabilidad. Si había algo que Harry había intentado enterrar
durante el último año era precisamente la responsabilidad. Hacia los vivos o
hacia los muertos, hacia él mismo y los demás. Tan solo provocaba sentimientos
de culpa y jamás daba sus recompensas”
Hola. Te he leído ahora en FB, en la página oficial en inglés de Jo Nesbø, y he dado así con tu blog. Si has seguido leyendo la serie de HH, te invito a que te pases por aquí, donde también encontrarás nuestro grupo en FB, Enganchados a Jo Nesbø, por si te quieres dar una vuelta. Un saludo. http://puesyavamosviendo.blogspot.com.es/2015/10/harry-hole-aqui-unos-amigos.html
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